lunes, 3 de septiembre de 2012

DESARROLLO DIALÉCTICO DE LA MATERIA


En la antigua Grecia, la dialéctica era el arte de descubrir la verdad mediante la polémica poniendo al descubierto las contradicciones implícitas en la argumentación del adversario y superándolas. El choque de opiniones contrapuestas era el mejor medio para encontrar la verdad. Aplicando esta idea a la naturaleza, el desarrollo de ésta era el resultado de la síntesis y superación de las contradicciones que en cada momento se presentaban.

Para Hegel (1973) la historia era el proceso dialéctico del desarrollo de la idea, del espíritu universal. Marx y Engels adoptaron la dialéctica de Hegel como enfoque del desarrollo histórico-social y del hombre, pero refiriéndose no al desarrollo del saber, sino al de la materia.

En Hegel, desarrollo significa desenvolvimiento continuo, no definitivo y some- tido al peso de la lógica; desenvolverse significaba pasar del “ser en sí”, del germen (la aptitud, la potencia, lo indiferenciado, lo indeterminado) a “ser por sí”. 

El “ser en sí” contiene de una manera simple las cualidades de lo complejo como algo que aún no existe “por sí”. En lo simple está contenido todo lo que ha de desarrollarse. El desarrollo es algo continuo, lo último de un momento de desarrollo, se convierte a la vez, en lo primero del momento siguiente, en materia prima. Esta materia adquiere una nueva forma, que a su vez es de nuevo materia para otra forma nueva. 

Cada paso es “superación” e “inclusión” pero no destrucción del anterior; ningún principio se pierde con el surgir de nuevas teorías ya que en los nuevos principios, de alguna manera se conservan los anteriores (Hegel, 1973).

La idea hegeliana de dialéctica era metafísica y por ello, incapaz de captar la dialéctica del desarrollo del mundo, incapaz de explicar la transformación esencial de la naturaleza; las esencias eran eternas y el paso de la potencia al acto, el desenvolvi- miento, era la única transformación que sufrían. 

Para Marx y Engels, la dialéctica explicaba todos los cambios y las distintas formas de manifestación de la materia; la transformación dialéctica era cambio de una a otra esencia. Engels (1877/1964) define la dialéctica como la ciencia de las leyes generales que rigen la dinámica y el desarrollo de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento.

Según Engels (1877/1964) tres grandes descubrimientos (la teoría de la célula, la teoría de la transformación de la energía y la teoría darwinista) revelaron la evidencia del enfoque dialéctico, unificaron la naturaleza en la materia que se desarrolla en virtud de una leyes y demostraron que la naturaleza se mueve, en última instancia, por cauces dialécticos y no por corrientes metafísicas. El método dialéctico destruía la idea de las esencias inalterables y eternas, todo lo dogmático, todo lo metafísico. 

Todo es un ascenso sin fin de lo inferior a lo superior. Lenin (1933/1974) explicaba la esencia de la dialéctica como el proceso constante de la “unidad de contrarios”, el “automovimiento”,
la “interrupción de la continuidad”; el núcleo y la esencia de la dialéctica era la ley de la unidad y lucha de los contrarios.

La transformación dialéctica exige que se den ciertas condiciones previas pues es el resultado de todo un proceso de desarrollo precedente y por lo tanto no es un hecho que dependa de la voluntad. 

Así pues, la dialéctica, ciencia de las leyes generales del desarrollo de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento, concibe todo el mundo de la naturaleza, de la historia y del espíritu como un proceso en constante movimiento, cambio, transformación y desarrollo. 

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